miércoles, 21 de octubre de 2015

NUEVAS MASCULINIDADES

Desde el principio de la historia, la civilización se ha socializado entorno a un modelo masculino con ciertos valores, características, estereotipos, matices, etc., característicos de un modelo masculino dominante. La figura del hombre se ha implantado como la figura autoritaria que posee el poder y la fuerza. Esta figura masculina se conoce como el modelo masculino tradicional, y habitualmente siente la necesidad de ser el mejor y el que hace la toma de decisiones. Por este motivo, aunque no todos, suelen derivar a la violencia y en concreto a la violencia de género, ya que se sienten superiores a la mujer y sienten dominación sobre ellas.

Por otro lado, aparece la figura masculina oprimida, es decir, a los ojos de la sociedad es visto como el modelo masculino que no ejerce la violencia de género pero que tampoco atrae a las mujeres. Es un hombre que esta educado en la igualdad y en una sociedad dialógica en la que el diálogo es fundamental para la toma de decisiones y de soluciones. También es aquel que ayuda a la mujer en las tareas de casa, que cuida a los niños, que es respetuoso, etc.

Cuando preguntamos sobre todo a jóvenes, curiosamente nos encontramos con dos respuestas: la primera, responde a un modelo masculino tradicional, aquel que es guapo, que es agresivo, que atrae a las jóvenes, que es duro, etc., y la segunda respuesta corresponde al modelo masculino oprimido, aquel que es definido cómo un hombre soso, pasivo, no atractivo, bueno, etc. Pero, ¿Y si existiera un modelo masculino que se caracterizara por las cosas más buenas de cada uno de estos dos modelos?

!Sí, existe! Son conocidos como los modelos alternativos masculinos, y cada vez están más presentes en nuestra sociedad. Este modelo masculino se caracteriza por estar educado en ambientes de igualdad entre hombres, entre mujeres, y entre hombres y mujeres. Además toma la palabra cómo el recurso más oportuno en la toma de decisiones y a la hora de comunicarse con las mujeres, cambia la mano por la palabra. Además es un modelo masculino atractivo, guapo y sensual, y que a la vez ayuda en las tareas de casa, y se responsabiliza igual que las mujeres.

Y vosotros, ¿Con qué modelo masculino os quedáis?

Algunos de los autores que tratan este tema y que os recomiendo leer son: Elena Duque, Lídia Puigvert, Oriol Rios y Jesús Gómez.


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